El estado de derecho en el que vive el pueblo español es un logro histórico que supuso un avance social importante que impulso el Rey, méritos que la nación agradece continuamente con muestras de afecto y respeto, apoyo incondicional que puso a la Corona por encima de la ciudadanía.
Confianza que la monarquía ha socavado en un momento delicado donde el país necesitaba con urgencia el apoyo y los contactos para salir de la grave situación económica en la que esta sumergido, evidencia internacional que supone que otros países del mundo vean a España como una nación débil, incapaz de gobernarse y a la que se puede expoliar.
Los ciudadanos de más edad saben lo que sufrieron para conseguir los derechos que en la actualidad se están disfrutando, destruidos después de años de lucha por los recortes impuestos por los tecnócratas que lo único que les importa es que las cuentas cuadren, sin percatarse de lo mucho que esta sufriendo la gente corriente.
Mientras los miembros de la realeza son procesados por corrupción, otros hacen escapadas de caza mayor con animales en peligro de extinción, derrochando el dinero de los contribuyentes mientras miles de familias no tienen ni para comer y son desahuciados de sus viviendas, viviendo a cuerpo de rey.