La soledad es un estado que sumerge al individuo en el olvido social desterrado a caminar errante por el mundo sin propósito alguno, sumido en la tristeza de la ausencia, inmerso en el recuerdo peregrina por las calles atrapado por el tiempo.
Empobrecimiento del alma que arranca del ser las ganas de existir al convertirse en mendigos de compañía que demandan compresión, débil por el aislamiento va perdiendo la vitalidad que le impide crear nuevos proyectos, aislándose de las gentes que caminan ajenos a otras realidades.
Solitarios a la fuerza que solicitan una mano amiga que comprenda por lo que están pasando y escuchen lo que tengan que contar, interesándose por las experiencias, legado de toda una vida llena de anécdotas que describen la perspectiva reflexiva de todo lo acontecido.