Ser creativo es parte de la originalidad del individuo en la búsqueda interior de la expresión intelectual heredada de la necesidad humana de transmitir las inquietudes del alma, atrapada tras capas de negación oculta al resto la belleza interior que surge de los más hondos sentimientos, capaces de aflorar con la simplicidad con la que vive la persona.
Diferente mirar que nace de la particularidad con la que siente la realidad enfatizada con los estadios del ánimo con los que asimila la diversidad, cambiante al igual que los seres, muestra el estado rebelde del indomable carácter que lo hace irascible al encontrarse en continuo debate consigo mismo.
Incapaz de transmitir la complejidad de las impresiones que le rodean transciende a través de la creatividad para mostrar la diversidad policromática de la existencia, contumacia a los preceptos impuestos para enjaular el espíritu y anular la voluntad, llevan a transgredir los conceptos imperativos por la sociedad.