La serpiente de Rubik es un puzzle que consta de veinticuatro prismas de triángulos rectángulos isósceles que tienen cada uno un giro de noventa grados, alineados en fila de forma alterna, pudiendo adoptar cada prisma cuatro posiciones diferentes. Permitiendo al jugador combinar las diferentes posiciones de los prismas del juguete, hasta conseguir la forma deseada.
Un elemento de juego complicadamente sencillo que tiene un mecanismo intuitivo y fácil de manejar que ayuda a fomentar la creatividad, así como a calcular la posición correcta de cada una de las piezas para transformar en la figura que se pretende, adquiriendo destreza manual.
En el mercado existen multitud de trebejos pero solo unos pocos adquieren la etiqueta de clásicos, un distintivo que sirve para calificar un elemento lúdico atemporal que siempre entretendrá, ajeno al transcurrir del tiempo y las modas.