Existen personas especiales en el entorno más cercano que hacen la vida más agradable a los demás, simplemente siendo educado en un modelo social despersonalizado que transita inmerso en su existencia, abstraído de la realidad vive el presente con efimeridad inconsciente de los demás.
La desconfianza impide por prudencia acercarse a entablar una conversación con un extraño, condicionados por los prejuicios somos reticentes con alguien que no conocemos, mecanismo de protección que impide ser más amigables en un mundo peligroso.
Inhibidos por el sentido común y cohibidos por los convencionalismos adquiridos en determinadas regiones, dificulta la relación con personas desconocidas a consecuencia del carácter, impedimentos que segregan al individuo de la sociedad convencidos de ser autónomos.