Existen familias que no disponen de ningún ingreso siendo su situación muy precaria y asfixiante, debido a las hipotecas tienen salarios pero no pueden hacer frente a los pagos, otros están en paro y ni siquiera perciben renta alguna. Existiendo un desnivel social notable debido a la mala gestión del dinero público.
Además de la gestión de las cuentas públicas existen multitud de problemas que todos conocen pero que nadie hace nada, como por ejemplo las personas que cobran el desempleo y trabajan de forma clandestina, timando al estado. Los cuales lo hacen para sobrevivir en un sistema desigual e injusto.
La situación es critica y los problemas se agravan prolongándose en el tiempo, esto hace que se recorten servicios sociales, no los gastos superfluos. Y la administración deba dinero a todos los colectivos, teniendo las cuentas en números rojos, mientras siguen gastando sin control el dinero del contribuyente. E inflan de impuestos los carburantes, el tabaco y el alcohol, además de subir el IVA y la factura de la energía, sobrepasados por la situación.
Los políticos actuales nunca han vivido una situación de crisis nacional y menos una mundial, alimentada por los mercados y la especulación, provocada por la burbuja inmobiliaria. Una situación que todavía se mantiene en ciertas comunidades autónomas, promovida por el gobierno local, bancos y promotores, resistiendo abandonar una fuente de ingresos muy lucrativa. Mientras en el gobierno central y la oposición luchan por sobrellevar una situación que les sobrepasa, los candidatos a presidente pugnan por los restos de un país en decadencia en un intento de seguir en el poder, sin impórtales la recuperación económica.
Se necesita un cambio en el modelo político que deje gobernar a cualquier partido político, independientemente de su tamaño e ideología, dejando opinar al pueblo sin cortapisas. Liberando un sistema que es de todo menos democrático.