Cuando empezamos a ser conscientes de quienes somos sentimos la necesidad de expresar los sentimientos y de manifestar nuestros pensamientos para que los demás nos conozcan, rompiendo las barreras que nos aprisionan en una sociedad heredada. Influenciados por la música, la moda y nuestros amigos. Entonces empezamos de forma errática a buscar en nuestro interior y a expresar los cambios que se están experimentando, cometiendo errores y reflejando las sensaciones que se producen de forma explícita.
Los pensamientos bullen y la necesidad de exteriorizarlos se hace imperiosa, las formas de expresión surgen para hacer participe al mundo y los métodos tradicionales se sustituyen por otros propios de la generación, en un acto de rebeldía. En esos momentos es cuando el cuerpo se convierte en un templo que tenemos que cuidar y potenciar, buscando provocar alguna reacción a nuestro alrededor que estimule la autoestima y reafirme la personalidad, volviéndonos vulnerables.
En algunas ocasiones la necesidad de gustar se convierte en una obsesión que puede acarrear problemas, alterando la conducta y buscando soluciones en lugares ajenos al núcleo familiar que le ayuden a cumplir con sus expectativas, aunque en ocasiones sea en lugares inconvenientes.
Internet es fuente de conocimiento pero también un lugar de encuentro donde diferentes comunidades y personas que se citan, intercambian información y experiencias que en términos generales es bueno, aunque existen excepciones. Blog's, foros y redes sociales, donde jóvenes exponen sus intimidades sin perjuicios y abiertamente.