La tridimensionalidad de las imágenes es aportada por la luz al ser un elemento que da volumen a las geometrías bidimensionales, acentuación que aporta interés al conjunto de la visión y refuerza el aspecto estético, condicionado por las siluetas y espacios donde la luz incide de forma indirecta.
En fotografía y dibujo adquiere relevancia al tratarse de una parte esencial de la imagen al igual que el color que da profundidad, ensalzando aspectos que de otra manera pasarían desapercibidos a la curiosidad del espectador que fija la atención en pequeños detalles lumínicos, creados o enfatizados con sutileza para que tenga una apariencia natural.
Magia estética ensalzada de forma minimalista para ofrecer belleza en lugares carentes de relevancia anodina propicia todo un sinfín de posibilidades artísticas que descubre una realidad oculta, escondida espera ser descubierta para disfrutar de la visión ingenua de la realidad surrealista de la vida, desfragmentada en pixeles de color para poder engrandecer con la vista aquello que desprecia el raciocinio.