Son momentos de ilusión donde los sueños cobran dimensiones fantásticas en un mundo lejos de la realidad en instantes llenos de felicidad, el papel de celofán envuelve la magia con estrellas de fantasía y dulces de sabores, con mil y un colores.
En la retina del infante se dibujan las emociones y se ven reflejados sus padres, que a través de sus ojos intentan no defraudarles, mientras encandilados se deleitan con el brillo de la inocencia. Haciendo que la vida merezca la pena.
Con la noche llega la hora de acostarse y sumergirse en un agradable sopor, esperando el ansioso instante de abrir los regalos, después de tan merecida espera. Mientras cómplices de la imaginación con alevosía y premeditación, se cuelan en los hogares nuestros queridos Reyes Magos, trabajando por mantener vivas las tradiciones en las futuras generaciones.