Es una técnica de curación y diagnóstico conocida y utilizada con fines terapéuticos desde la antigüedad por egipcios, chinos y griegos.
Este tratamiento integrado se basa en la creencia de que las vibraciones que producen las ondas cromáticas interaccionan en las vibraciones que emite el propio organismo, mejorando la salud física, emocional y espiritual del paciente. Hoy día está aceptado que el calor influye en el estado de ánimo, e incluso, a partir de la experimentación científica, se sabe que los colores son capaces de producir reacciones físicas al organismo.
Cada uno de estos colores posee una longitud de onda determinada, y en cromoterapia, además, a cada color se le atribuye un temperamento propio: caliente, frío, seco o húmedo.
La luz se propaga en ondas, y la diferente longitud de estas ondas es apreciada por el cerebro humano como diversos colores. La ciencia moderna ha podido demostrar que las células y órganos del cuerpo humano también poseen frecuencias vibratorias. Así pues, los cremoterapeutas utilizan el espectro cromático para corregir los desequilibrios del organismo.