En el Museo Barjola de Gijón se encuentra la exposición fotográfica de Pablo Pérez-Mínguez hasta el día 5 de julio con el titulo de detallas invisibles.
Es una obra conocida y aceptado por todo el mundo que “en los pequeños detalles de las cosas se encuentra la verdadera esencia la vida”.
Cuando un fotógrafo se pasea por la vida con su cámara en ristre, va seleccionando esos instantes mágicos, aparentemente invisibles para los demás, pero que él sabe detectar e inmortalizar. Realmente no es preciso ser fotógrafo para poder captar los infinitos detalles invisibles que la vida constantemente nos ofrece. Esa es para mí la principal meta de nuestra sensibilidad: Saber ver… saber vivir nuestras vidas.
Las obras que para esta ocasión han seleccionado Carlos Serrano y el propio autor son muestra de esa vivacidad con la que se ha resuelto todo el trabajo de Pablo-Mínguez en los últimos años. La fotografía no mata el tiempo, sino que lo convierte en un lugar recurrente posible, en espacio ya eterno en una memoria que acumula sensaciones. Esta revisión de su trabajo a través de tantas y tantas imágenes inéditas es una de las infinitas posibles que a través de los cientos de miles de imágenes acumuladas en las últimas décadas se podían realizar del trabajo de Pablo. En esta ocasión se ha apostado por la visión más propiamente intimista de un autor ensimismado en el mundo que lo rodea, una visión que parte de aceptar con máxima la espontaneidad de la vida misma, de cantarla, de celebrarla.