La distribución de los programas se hacen a través de los diferentes canales y web existentes, siendo los propios beneficiarios los que avalan los programas, compartiendo con su red de contactos. Creando una cadena de suministro piramidal que crece de forma exponencial.
Las aplicaciones son el caballo de Troya de Internet que se utilizan como reclamo para acceder a los datos de los usuarios y después cederlos a terceros, con fines ilícitos, al ser herramientas que se emplean en distintos aparatos y se adaptan a los diversos sistemas operativos. Creadas en plataformas libres por cualquiera.