El Instituto de Política Familiar dice: “La familia es una sociedad natural, que existe antes que el Estado o cualquier otra comunidad, y que posee derechos propios e inalienables. Por este motivo, constituye la célula básica de la sociedad y se conforma en un elemento angular del desarrollo social”.
En la sociedad actual donde los dos miembros de una pareja tienen que trabajar se fomenta la individualidad y la productividad, descuidando algo tan importante o más que el trabajo, la familia. Cuna de la sociedad y de los valores humanos, donde las personas se gestan en su núcleo para después transmitir esos valores al resto de la sociedad.
La familia es el primer indicador social que advierte a la sociedad del problema existente, como ocurre con la violencia de género, el maltrato infantil, el paro o las desigualdades sociales entre otras. Articulando los mecanismos de protección y de concienciación social, con el fin de mejorar las políticas.
También es un mecanismo de vigilancia y preservación de los derechos humanos, siendo una oposición contra la opresión o el maltrato social. Por todo ello la familia es un valor al alza que tenemos que cuidar y promover, porque representa el desarrollo cultural y promueve la estabilidad, siendo un factor importante de concienciación.