Valorar las raíces es contribuir a la preservación de la identidad y evolucionar como sociedad, comprendiendo la necesidad de transmitir el legado generacional de la cultura, manteniendo vivo la grandeza que esconde las emociones humanas.
El flamenco, arte sonoro en movimiento, que mimetiza el sentimiento evocando la grandeza del orgullo de un pueblo. Enérgico y alegre, despierta los sentidos con el ritmo de las castañuelas que acompaña los movimientos de la danza, con la impronta de la bailadora y el arte del cantaor. Engrandecidos por el maestro a la guitarra, a ritmo de las palmas y en el marco inequívoco de un sarao.
Fotografía intima del lenguaje universal del folclore que expresa el poderío de la música, apreciado por la UNESCO en su reconocimiento nombrando al flamenco “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, donde describe el cante hondo como la fusión de la música vocal, el arte de la danza y el acompañamiento musical.