Un libro corto pero que engancha desde la primera página y donde la narración diferente, hace que te sumerjas en un mar de sensaciones. Donde las imágenes y pensamientos se unen provocando diferentes asociaciones.
Y donde la descripción de objetos y personas es genuina y sorprendente por su peculiaridad.
Del autor lo único que añadir es una pequeña biografía la cual he sacado de la parte interior del libro que detallo a continuación.
Nació en Montevideo el 20 de octubre de 1902. Comenzó los estudios de piano a los 8 años y en 1915 conoció al músico Clemente Colling que sería su maestro en composición y armonía.
En 1922 empieza a dar recitales como pianista y en 1925 publica el primero de una serie de cuatro libros realizados con muy pocos medios y conocidos como libros sin tapas: Fulano de tal (1925), Libro sin tapas (1929), La cara de Ana (1930) y La envenenada (1931).
Durante estos años compagina su carrera de pianista con la de escritor pero hacia 1940 decide abandonar la música para dedicarse íntegramente a la literatura.
La publicación en 1942 de su primera novela Por los tiempos de Clemente Colling marca una nueva etapa en su carrera de escritor.
Le seguirán El caballo perdido (1943), Nadie encendía las lámparas (1947), La casa inundada (1960) y El cocodrilo (1962).Falleció en Montevideo el 13 de enero de 1964. Póstumamente se publicó inconclusa Tierras de la memoria (1965).
Muchos escritores reconocen en él uno de los referentes más notables de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Juan Carlos Onetti dijo que “Felisberto nunca fue ni será escritor de mayorías” y en palabras de Julio Cortázar: “Como todos nuestros grandes escritores, nos denuncia sin énfasis y a la vez nos alcanza una llave para abrir las puertas del futuro y salir al aire libre”.