La religión es como un sentimiento latente en el interior que alumbra nuestra vida diaria al margen de las instituciones y imágenes, devoción que rige todos los actos cotidianos, aunque no sean expresados abiertamente en una sociedad laica.
Sociedad laica sólo en apariencia porque cuando estamos en presencia de nuestros santos y ante el señor, un sentimiento hondo hace que nos emocionemos y los pelos del cuerpo se ericen como escarpias, embriagados por una gran fervor.
Fervor que se respira durante las procesiones de Semana Santa que se pueden disfrutar por toda la geografía española, festividad donde aparte del jolgorio que se disfruta también existe un profundo sentimiento de fe, manifestado en el amor por cada cofrade, religioso y ciudadano a la hora de preparar durante todo un año una semana de júbilo religioso.