Cada día se crean nuevas leyes para regular la red que recortan cada vez más los derechos de expresión y limitan el marco de actuación de los internautas, opresión silenciosa que tiene como objeto cobrar por todo, infundiendo miedo para que no se pueda opinar de contenido de terceros.
Triste actuación que pretende que no se enlacen otros medios, aunque estos sean utilizados para crear debate sobre cuestiones que afectan a los ciudadanos, además también prohibirán citar fragmentos y redirigir webs.
Ataque a la libertad que mina la creatividad y reduce el marco de actuación de particulares, convertirá al final Internet en otro proveedor de servicios, utilizado para condicionar la opinión pública y limitar los contenidos independientes.