Poco a poco a pasos intrincados pero firmes la democracia abre nuevas vías de participación entre los ciudadanos del mundo al margen de la religión, raza e ideologías que une a las personas en la nueva configuración del mapa político del mundo donde los seres humanos pasaran a ser hermanos, enlazados por las relaciones comerciales y la cooperación entre países.
La nueva era que celebra Palestina les da el reconocimiento mundial de su derecho legítimo de resguardarse de la barbarie por medios democráticos y diplomáticos de manera pacífica ante las agresiones, responsabilidad que tendrán que utilizar con sabiduría y prudencia para mitigar las consecuencias negativas del voto en la ONU, convirtiéndose en un signo conciliador que mitigue las disputas y acerque a los pueblos.
Celebración de todos los países que hicieron alcanzable en la Asamblea General con sus votos el sueño de los palestinos de ser hermanos bajo una misma bandera y estar orgullosos del hito histórico obtenido como Estado, Identidad que aporta alegría al pueblo que ha estado esperando mucho tiempo para obtener lo que es suyo por derecho propio, paciencia recompensada por el tesón en circunstancias adversas en un mundo cada vez más abierto y democrático.