Cada vez más los sistemas operativos realizan mejor las tareas de mantenimiento y proporcionan una mejor respuesta a los posibles problemas que le puedan surgir al usuario, ayuda que permite tener un equipo eficiente que gestiona los recursos adecuadamente, siempre y cuando funcione todo con normalidad.
Las actualizaciones mejoran los posibles fallos y la seguridad del equipo pero socavan la memoria al ser muy numerosas, apiladas unas a continuación de otras no son sustituidas cuando existe una más moderna, expandiéndose de forma paulatina por el sistema.
Contratiempo que se puede retrasar con la limitación de las actualizaciones que no son importantes y en caso extremo de quedar sin recursos detener, impidiendo así la merma de la capacidad por la amplia demanda de recursos de programas cada vez más sofisticados, inconveniente que degrada el programa al quedarse rápidamente obsoleto sin posibilidad de adquirir las últimas mejoras.