El hidrógeno es un gas altamente inflamable que constituye el setenta y cinco por ciento de la materia visible del universo, aunque en la tierra es muy escaso se puede producir industrialmente a partir de hidrocarburos o agua a través del proceso de electrólisis, aunque este último es más caro.
La producción del hidrógeno se realiza para convertirse en una alternativa a los combustibles fósiles al crearse a partir de gas metano, un componente común que se encuentra en las aguas residuales, transforma el elemento químico en una sustancia inodora, insípida y no metálica.
Con la creación de la primera estación del mundo de hidrógeno en una planta de aguas residuales municipales en Estados Unidos se abre una nueva era, donde el petróleo será una alternativa energética más y no la única, predominando las energías renovables sobre las fósiles en la búsqueda del equilibrio energético.