La fuerza interna es el reconocimiento vital que posee todo ser vivo y constituye parte esencial del orden natural que rige la existencia, valor obtenido en el momento del nacimiento y el cual conforma el ciclo de Gaia, manteniendo las condiciones adecuadas del entorno para preservar la vida.
El medio existe para albergar la actividad de los seres orgánicos con las propiedades optimas para que proliferen, aunque dispone de mecanismos naturales que regulan la multiplicación de la vida, conservando los recursos adecuados para su sostenibilidad.
Los seres humanos no respetan ni creen en el orden natural por eso hacen uso indiscriminado de los recursos, agotándolos, sin prever las derivaciones de sus actuaciones. En contrapartida el planeta actúa en consecuencia, regulando la población mundial con catástrofes y enfermedades, aunque no es suficiente. El hombre tiene que atentar contra la vida, convirtiéndose en un instrumento natural que rige su propia población, protegiendo al planeta de si mismo.