Las atrocidades enturbian la actualidad con una abrumadora realidad destapando la oscuridad del alma humana y mostrando la perversidad de actos imaginables por mentes perturbadas, conducidas a la locura de las acciones que en un acto de inestabilidad emocional arrancan de este mundo la vida a otro ser.
Encadenados los óbitos se suceden contagiados como la enfermedad, ofreciendo la desolación en la vida de aquellos que lidian con la crueldad y privando a las familias de la tranquilidad, que hechos violentos en negrecieron.
Se queda fría el alma, sólo en pensar que la abominable realidad es la cotidianidad de un mundo carente de valores, que ofrece a sus foráneos habitantes la extraña sensación de cohabitar un planeta donde los acontecimientos irreales se convierten en actualidad.