El culto social al cuerpo y el hábito alimenticio impuesto por la sociedad, se encuentran en contraposición y hacen que las personas enfermen, ocasionando trastornos alimenticios y del comportamiento.
La estética del hombre y la mujer ideal es tener cuerpos esculturales adecuadamente bronceados, esteriotipo propiciado por la moda, la cual diseña ropa y utiliza modelos con similar talle, marginando de las pasarelas otro tipo de constituciones muy diferentes. Esto ocasiona discriminación en los diferentes ámbitos y diseña el arquetipo social.
La disparidad complexión enriquece la sociedad proponiendo varios modelos de canon, diferentes al establecido por la moda y etiquetado por el cine, utilizando como marketing la belleza para hacer que las personas deseen tener el cuerpo de otra. Imposible por su condición morfológica.