La frase “justicia poética”, es un tópico literario utilizado como recurso, un cliché popular empleado como expresión cotidiana que se usa para advertir de las consecuencias de una mala acción u obra. Arraigada en las creencias populares.
Toda acción tiene una reacción, por tanto una consecuencia, que repercute en nosotros y en los que nos rodean. Según este principio nuestros actos tendrán una reverberación en los demás, dependerá de su connotación positiva o negativa, en función de la intencionalidad de nuestro proceder.
Actuar mal es fácil a sabiendas que no es lo correcto, lo difícil es hacer lo que se debe y seguir un precepto moral que no juegue a favor de nuestros intereses, dejándonos influir por malos sentimientos. El desencadenante de vicios y falsos prejuicios, envidias o malas obras nos convierten en victimas, de nuestra propia vida.