Toda persona tiene inherente una serie de virtudes que la hacen única y le permiten desarrollar unas cualidades u otras en función de las decisiones que tome, pudiendo en cualquier momento adoptar la más conveniente, para cumplir sus objetivos.
Objetivos lejanos y difíciles o arriesgados, premisas que frenan nuestras aspiraciones convirtiéndose en barreras sicológicas que nos obstaculizan e impiden conseguir nuestros propósitos, impidiendo alcanzar el éxito. Fracasando donde otros triunfan.
El fracaso es intentar realizar nuestro designio sin estar convencidos y no aspirar por todos los medios ejecutar nuestra aspiración, la cual se frustrará por falta de previsión o empeño. Al carecer de ilusión.
Esto hace que nazcan figuras como “coaching” y libros de autoayuda, necesarios para adquirir confianza en uno mismo, en un mundo donde la inseguridad somete al más débil. Impidiendo desarrollar empresas que logren alcanzar el éxito, por desistir antes de intentarlo.