El sistema social actual se basa en una estructura piramidal que parte de la cúspide donde manan los poderes públicos, convirtiéndose en la fuente de valores que nutre al país siendo la fuerza de cohesión que mantiene unido al pueblo hacia proyectos comunes que impulsen el desarrollo, propulsando el orgullo patrio. Menoscabado por el desencanto y el pesimismo fluyen ante la indignación de la frustración del pataleo sin consecuencias en un arquetipo social egoísta que trata con desigualdad a las clases, convirtiéndose en un modelo elitista, proporcionado por el poder y el dinero.
Las diferencias entre clases acentúan el recorte de derechos y la limitación de las oportunidades suprimiendo la gratuidad de los servicios, restringen el acceso aumentando la disparidad según el poder adquisitivo en las principales áreas sociales, educación y sanidad.
Los jóvenes son los daños colaterales del modelo económico actual al tener que prescindir de la educación de los progenitores, los cuales dedican gran parte de la energía y el esfuerzo al sustento económico del hogar, problema que va en detrimento de los valores sociales a los que sumamos una merma en la calidad de la docencia.
Educación que limita la innovación, al propiciar la imposibilidad de nuevas ideas con las objeciones psicológicas que se convierten en impedimentos financieros, inconvenientes que desaniman el planteamiento e incapacitan el proyecto sino se apoderan antes de la idea durante el desarrollo. Acotando las oportunidades a ciertos perfiles y cánones, excluyendo al resto, teniendo que inmigrar.
Reconocimiento adquirido en otros países, llevan a perder a grandes genios que consiguen excelsos logros que cambian el mundo, quedándose la gloria los impulsores del trabajo que aportan medios y recursos. Fomentando la genialidad que utilizan para crear sabiduría por medio de la enseñanza, dando vuelos a la creatividad, motivan la creación de nuevos proyectos.
Paradigmas que apuntalan la actual decadencia, son el motivo de la ignorancia que convierte a la sociedad en súbditos conformistas que esperan que otros solucionen sus problemas, sin aportar soluciones aún gobierno ineficaz y autoritario que no escuchan las sugerencias del pueblo. Acatando las imposiciones exteriores ante la falta de consenso y determinación de los mandatarios.