La fuerza de las personas es la esencia de ellas mismas y negar la evidencia es negarse a si mismas. Por eso tenemos que mirarnos en el espejo, para aprender a enfatizar nuestra esencia, respetando al resto y comprendiendo quienes somos.
Tenemos que aprender a extender la mano a quién la necesite y a ser fieles a nuestros principios, aunque es difícil, porque siempre puede haber alguien que no lo entienda o comparta. E intente someter su razón a los demás, porque no sabe respetar otros puntos de vista diferentes.
Damos valor a lo material e ignoramos lo realmente importante, el corazón y lo sentimientos, un tesoro incalculable al que no sabemos apreciar. Si no tienes nada y en contrapartida no apreciamos lo que tenemos, cuando tengamos algo tampoco sabremos disfrutarlo. Porque cuando alguien no tiene nada en realidad dispone de mucho.