Según se comentan en los diferentes medios de comunicación, se tendrá que tributar una media de dos ciento cuarenta euros por los dos mil euros que se descontaron durante el año 2009 por la adquisición del un vehiculo nuevo, como ganancias patrimoniales.
Cuando se anuncio la medida el año pasado para incentivar la compra de vehículos, por la profunda crisis que ha sufrido el sector de la automoción con el plan de estimulación económica, nadie expuso las repercusiones tributarias que tenia la medida. Ahora un año después se anuncia que se tendrá que tributar por esa ayuda que se han beneficiado el gobierno y los fabricantes, perjudicando a la clase trabajadora que hizo el esfuerzo de adquirir un coche nuevo, olvidándose del papel fundamental de la sociedad para levantar esta crisis que otros han propiciado.
Muchas personas que han cambiado de coche porque lo necesitaban para trabajar o desplazarse por motivos laborales, tendrán que hacer un esfuerzo extra para sufragar esa ganancia patrimonial que no han disfrutado, porque los beneficios económicos los han cobrado otros.