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domingo, 28 de marzo de 2010

Sin cortesía al volante, peligro constante

El número total de vehículos de pasajeros en la Unión Europea aumentó en un 38% entre 1990 y 2004, con más de 216 millones de coches en el total de la Unión Europea, lo que significa una media de un vehículo por cada dos personas. En España, durante el mismo periodo se pasó de los 309 coches por cada 1.000 habitantes de 1990 a los 454 en 2004, lo que supuso un incremento del 63%.

En las ciudades no hay aparcamiento para absorber el número de coches que tienen y el tráfico es denso, eso hace que el mal aparcamiento de los vehículos así como la intolerancia por parte de los conductores, aumenten los accidentes de tráfico y los atascos.

Se podrían evitar la mayoría de los problemas circulatorios y la mitad de los accidentes dentro del casco urbano; lo único que se tendría que hacer es ser más tolerantes con los demás conductores, no andar a la picaresca y entender que hay más personas que nosotros circulando.