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sábado, 19 de diciembre de 2009

Gélidas temperaturas

El gélido frío inunda toda la península, con sus bajas temperaturas abraza cada rincón, estremeciendo el país y congelando todo aquel que se encuentra en las calles. Las calidas temperaturas que se venían disfrutando se han transformado en verdadero frío polar, que azota las ciudades con toda su crueldad, bajando de forma repentina las temperaturas agradables que se venían disfrutando.

El helor exhalado por los transeúntes transforma sus caras en pequeñas chimeneas, que circulan por las calles estremecidos por el frío, mientras sus narices rojas como zanahorias informan a los demás de las bajas temperaturas que se sufren.

El hielo va fijando su posición en calles y carreteras, volviendo resbaladizo el pavimento con el peligro que conlleva para ciudadanos y vehículos, que circulan por calles sazonadas por personal del ayuntamiento con el fin de evitar accidentes.

La nieve torna de blanco pueblos y montañas, dificulta la vida diaria de personas que intentan llevar una vida normal a pesar de la dificultad del temporal, que azota sin piedad y muestra su cara más egoísta a las personas con delicada salud.

Da igual en que parte del país se viva, el frío a taca a todos por igual, no distinguiendo al interior de la costa. El de la llanura al de alta montaña y por supuesto al pobre del rico, a todos a taca de forma indiscriminada pero no afecta de igual forma, aquellos que duermen en casa con calefacción o en cajeros con el frío invierno.