El alma es un ser moral distinto, independiente de la materia, y que conserva su individualidad después de la muerte.
Los espíritus ejercen sobre el mundo moral y aun sobre el mundo físico, una acción incesante: obran sobre la materia y el pensamiento, y constituyen uno de las fuerzas de la naturaleza, causa eficiente de infinidad de fenómenos, no explicados ó explicados imperfectamente hasta ahora, y que sólo hallan una solución racional en el espiritismo.
Nada más que el recuerdo y el deseo de ir á otro mundo mejor. Este recuerdo es grato ó desagradable, según el uso que se ha hecho de la vida: y mientras más pura es el alma, mejor comprende la futilidad de lo que deja en la tierra.
La materia no es más que la envoltura del Espíritu, como el vestido del cuerpo. Al unirse al cuerpo, conserva los atributos de la naturaleza espiritual.
El alma es el máximo exponente del hombre, a través de su conocimiento se puede llegar alcanzar la sabiduría, la cual se manifiesta a través de cualquier expresión artística, que es el lenguaje del espíritu por el que el ser humano transmite belleza, la calma y la serenidad de la energía cósmica.