La destrucción de neuronas es un hecho proveniente durante las estadios iniciales del desarrollo cerebral. Una destrucción que, en tiempos variables, y a una tasa mucho más lenta, continúa sucediendo a lo largo de la vida adulta. Tradicionalmente se admitía que el envejecimiento iba asociado a una pérdida irremisible de neuronas a lo largo a la vida adulta, hoy se prefiere hablar de cambios distribuidos de modo irregular según las zonas del cerebro.
El complejo juego de sistemas funcionales medio a través de neuronas enviándose mensajes, alcanzada la madurez, comienza a debilitarse, sin embargo conservará neuronas suficientes para adaptarse a la gran mayoría de cambios que se van a ir sucediendo. Cambios o pérdidas de importancia relativa dada la gran reserva neuronal que encierra el cerebro humano.
La alimentación, ejercicio físico, ejercicio intelectual son los tres pilares de la longevidad. Conservar la curiosidad intelectual ayuda a mantener las facultades mentales, conservando la plasticidad neuronal.
Establecer nuevas estrategias de aprendizaje sin delegar en exceso en la memoria y confiar en el potencial que aún encierran unas neuronas atróficas y con los sistemas de comunicación mermadas, pero infatigables y eficientes, fieles protectoras de su individualidad. Personalidades únicas, resistentes. Virtudes y defectos incluidos.