Será considera como actividad publicitaria toda divulgación para dirigir la atención del público o de las medias de difusión hacia determinada persona, producto o servicio con el fin de promover de modo mediato o inmediato su contratación de bienes muebles o inmuebles, servicios, derechos y obligaciones.
Desde que nacemos hasta que morimos estamos realizando constantemente actos de consumo de numerosos productos y servicios. Sin embargo, lo cierto es que esta obviedad va acompañada de otra obviedad de la que no somos tan conscientes, como es que todo acto de consumo va aparejado de un acto de venta.
Sigmun Freud es uno de los primeros en destacar las motivaciones inconscientes del individuo, especialmente los de orden sexual, que al ser reprimidas culturalmente son proyectados o sublimadas hacia otras actividades y formas con mayor aceptación social. El marketing y la publicidad han sabido sacar partido de esta teoría, que se resumiría en el simple hecho de “ver/dar una imagen que a su vez sugiere otra”.
Robert Louis Stevenson decía que todos vivimos de la venta de alguna cosa. El profesor vende conocimiento, el cantante canciones, el periodista información y por supuesto las empresas venden bolígrafos, ordenadores, etc. Todos somos compradores y vendedores, pero sobre todo compradores.