El significado de los motes atañe a los defectos físicos o psíquicos, al pueblo de origen o donde se vivió, al oficio que se profesa, a la enfermedad que se tiene.
La escuela impone el mote al niño, que lo usa para el resto de su vida y acaso para toda su descendencia, que lo usará en masculino o en femenino, en singular o en plural, según convenga.
A veces los motes suplantaron totalmente a los apellidos, pero se conserva el nombre, que, unido al apodo, pasa hasta a los libros parroquiales, y con los motes nadie se ofende.
Hoy persisten los apodos familiares (cargados de milenario atavismo) del marido o de la mujer que tuvo el mote más conocido del pueblo. La familia legó ese nombre a la casa, y a cada nueva venta ha de pasar el apodo al comprador y a toda su descendencia.
La escuela impone el mote al niño, que lo usa para el resto de su vida y acaso para toda su descendencia, que lo usará en masculino o en femenino, en singular o en plural, según convenga.
A veces los motes suplantaron totalmente a los apellidos, pero se conserva el nombre, que, unido al apodo, pasa hasta a los libros parroquiales, y con los motes nadie se ofende.
Hoy persisten los apodos familiares (cargados de milenario atavismo) del marido o de la mujer que tuvo el mote más conocido del pueblo. La familia legó ese nombre a la casa, y a cada nueva venta ha de pasar el apodo al comprador y a toda su descendencia.