Existen reliquias gestionadas como instrumentos recaudatorios cuando en realidad son legado de la humanidad, propiedad de todos acotado por la Iglesia al aspecto material de un símbolo producto del milagro divino, desprestigiado por el mercadeo.
Carente del poder de asombro por el carácter económico se convierte en otro artículo antiguo sin más transcendencia que el histórico, fenómeno extraño que todavía la ciencia no descifró, levanta expectación mediática por lo interesante del caso no por la relevancia religiosa que atrae a multitud de curiosos.