Cuando andamos por calles o vemos bustos y tallas en parques, decimos si nos gusta o simplemente pasamos de largo sin darle ninguna importancia, sin preguntarnos el porque de ese monumento o talla.
Siempre intento buscar el por qué de las cosas, por eso esta entrada sobre Juan Vázquez de Mella, analiza quién era y que acción meritoria realizo para que en Cangas de Onís tenga un busto y en Oviedo una calle, esas curiosidades se van a mostrar a continuación para dar contexto a un símbolo o nombre que no nos dice nada.
Primero decir que nació en Cangas de Onís 1861, concretamente el 8 de junio de padre Gallego y madre Asturiana, en una casita que fue destruida en la Guerra Civil y en su lugar hay un parque.
Para aquellos que no lo sepan Cangas de Onís se encuentra en el Principado de Asturias, donde caminantes descasan o reposan antes de continuar sus andares al santuario de Covadonga, los Picos, el Pontón, Ponga o Cabrales.
Podría decir donde estudio y los estudios que realizó pero en cambio solo haré mención a la carrera de derecho la cual curso en Santiago de Compostela (Galicia), no llegando nunca a ejercer como abogado.
Persona de voz grave, gestos ademanes, resistencia física, fácil memoria, poder de síntesis, autoridad moral, idealista, de trato afable y cordial, abordable y locuaz, ingenioso y fértil en frases que eran el encanto de quienes le escuchaban.
Tachado en ocasiones de abúlico y desordenado, pero trabajador con plena dedicación.
También tenía un carácter fuerte, enérgico y de ideas exaltadas, cualidades de las que disponen los grandes hombres.
Escritor de la Generación del 98 su fuerte siempre fue la oratoria, calificado de grandilocuente y denominado “verbo de la tradición” por ser su gran impulsor. También fue político, diputado aunque no le gustaba, porque sus ilusiones eran el estudio y la meditación.
Como dato interesante, tenía contraída la enfermedad de la diabetes la cual le supuso la amputación de una pierna en 1925.
Siempre intento buscar el por qué de las cosas, por eso esta entrada sobre Juan Vázquez de Mella, analiza quién era y que acción meritoria realizo para que en Cangas de Onís tenga un busto y en Oviedo una calle, esas curiosidades se van a mostrar a continuación para dar contexto a un símbolo o nombre que no nos dice nada.
Primero decir que nació en Cangas de Onís 1861, concretamente el 8 de junio de padre Gallego y madre Asturiana, en una casita que fue destruida en la Guerra Civil y en su lugar hay un parque.
Para aquellos que no lo sepan Cangas de Onís se encuentra en el Principado de Asturias, donde caminantes descasan o reposan antes de continuar sus andares al santuario de Covadonga, los Picos, el Pontón, Ponga o Cabrales.
Podría decir donde estudio y los estudios que realizó pero en cambio solo haré mención a la carrera de derecho la cual curso en Santiago de Compostela (Galicia), no llegando nunca a ejercer como abogado.
Persona de voz grave, gestos ademanes, resistencia física, fácil memoria, poder de síntesis, autoridad moral, idealista, de trato afable y cordial, abordable y locuaz, ingenioso y fértil en frases que eran el encanto de quienes le escuchaban.
Tachado en ocasiones de abúlico y desordenado, pero trabajador con plena dedicación.
También tenía un carácter fuerte, enérgico y de ideas exaltadas, cualidades de las que disponen los grandes hombres.
Escritor de la Generación del 98 su fuerte siempre fue la oratoria, calificado de grandilocuente y denominado “verbo de la tradición” por ser su gran impulsor. También fue político, diputado aunque no le gustaba, porque sus ilusiones eran el estudio y la meditación.
Como dato interesante, tenía contraída la enfermedad de la diabetes la cual le supuso la amputación de una pierna en 1925.