Las medidas adoptadas por diferentes naciones convierten a Internet en un medio insustancial donde prolifera la superficialidad, reflejo de la sociedad que apuesta por el modelo económico, limitándose a utilizar la red como elemento de apoyo para impulsar otros contenidos previo pago.
Internet se ha convertido en un sistema colonizado por la industria para desplazar el pensamiento libre y condicionar los hábitos de consumo, utilizando la persuasión y el entretenimiento para diluir el razonamiento.
No interesa que se utilice la red para canalizar ideas que puedan cambiar el "Statu quo", dándole al individuo la opción de pensar por el mismo, creando ciudadanos inteligentes que tendrán la opción de elegir su presente y cambiar así su futuro.