En lugares escondidos a la vista en calles secundarias existen multitud de negocios que subsisten desde el anonimato, ofreciendo al público artículos genuinos que difícilmente se puede encontrar en otros establecimientos, catalogados por la ubicación son lugares que esconden valores humanos y genero diferente al acostumbrado. Rareza que enriquece a los clientes, aunque no adquiera artículos, proporcionando experiencias y conocimientos que sólo puede ofrecer el trato directo con las personas.
La personalidad del local es una extensión a la forma de ser de sus dueños que intentan transmitir a los demás con la decoración del establecimiento, singularidad que transforma el negocio en un museo de artículos descatalogados por la evolución social de la época de riqueza cultural, incomparable con otro lugar al ser conservadores de artículos no valorados por su precio sino por su valor nostálgico.
Atmosfera llena de música que transporta a lugares donde los grandes artistas creaban arte a partir de notas sonoras y cantaban con ilusión ávidos de sueños, letras capaces de contagiar a los fans las ganas de vivir, convirtiéndose en mitos que transcenderían en el firmamento artístico.