Existen trabajos de largo recorrido que durante su desarrollo lo único que aportan son muchos quebraderos de cabeza y desafíos personales, además de gastos económicos que son una inversión a fondo perdido, todo para perseguir un sueño el que no se sabe si en alguna ocasión se materializará.
La obstinación es el motor que empuja una carrera de fondo donde en la mayoría de los casos no existen referentes, dura tarea que se ve diluida por el transcurso del tiempo y que necesita de una maduración profesional, adquirida por medio del esfuerzo.
La familia es un pilar importante que sustenta el ánimo para seguir un camino revelado de forma accidental, carente de cualquier noción poco a poco se tiene que ir adentrando en una zona desconocida fuera del área de confort, experimentando por primera vez la necesidad de ir creciendo como persona.
Durante el trayecto las trabas son numerosas así como las personas que no creen en tú proyecto, aunque un número reducido de colaboradores ven oportunidad de negocio, apostando por la iniciativa que va sumando adeptos.