La unión hace la fuerza ante las situaciones difíciles que asolan el país cada vez más desgastado por los incesantes conflictos donde nadie entabla dialogo para solucionar los retos que se presentan, sucediéndose criticas y conflictos que aumentan la tensión en una situación sin precedentes que produce inestabilidad económica, reflejo de lo grave de las circunstancias que se están viviendo.
División de opiniones que impide el acercamiento con continuos reproches y criticas a la gestión hace imposible el entendimiento en un periodo convulso donde es más necesario que nunca un pacto de estado, al margen las ideologías, intereses y disputas personales para combatir los ataques especulativos de los mercados.
Ciegos por la propia realidad son incapaces de bajarse del pedestal para adquirir un mínimo de humildad, necesaria para consensuar opiniones y escuchar alternativas adecuadas a la forma de vida española, imposible en la actualidad por las diferencias y el individualismo tan arraigadas en la personalidad social. Impedimentos que se tienen que sortear para evolucionar y construir futuro.