La música es fuente de inspiración y modelo para multitud de jóvenes que ven en los artistas referentes sociales, ejemplos imitados en una época donde la música es la fuente que nutre los sueños adolescentes, himno que canta el sentir de la incomprensión en un periodo convulso lleno de notas musicales y letras que describen los estados de ánimo.
Letras llenas de sabiduría se convertían en plegarias recitadas de memoria en culto a los ídolos musicales que congregaban a los seguidores alrededor de consignas de revolución, palabras que movían pensamientos e incitaban actuar desde el inconformismo social, alteraba el pensamiento conservador de aquellos maravillosos años.
Inconformismo que hacia que los abuelos se llevarán las manos a la cabeza escandalizados y los padres desconcertados no supieran como actuar en un mundo que se les estaba escapando de las manos, descontrolado por los cambios que se producían de forma vertiginosa no podían creer lo que estaba sucediendo ante sus ojos, incrédulos esperaban que fuera una moda pasajera pero por desgracia se convertiría en tendencia repetida por cada generación.