 The Worker (part 4) by Adrian Sommeling |
Con los programas de edición se tiende a procesar las imágenes para conseguir efectos que desde otra forma no se podrían conseguir, mejoras que realcen las imágenes para conseguir efectos sorprendentes que cambien por completo el aspecto inicial, convirtiéndose en un fenómeno que cambia la forma de entender el arte fotográfico.
Se busca tanto la perfección que el resultado final es el de una ilustración o un cuadro que suprime el realismo de la escena y la frescura del momento, valores que modifican el espíritu contemporáneo del fotógrafo para transformarse en diseñadores gráficos, operarios digitales que no se ayudan de la técnica sino que la sustituyen por la imagen original.
La belleza de las cosas radica en la imperfección por eso es necesario captar a través de la fotografía cada más mínimo detalle, aunque a veces creamos que el resultado se podría mejorar digitalmente en muchas ocasiones no es necesario, saber discernir el momento adecuado para ayudarse de las herramientas digitales marca la diferencia.