El actual gobierno al igual que el anterior desoye las reivindicaciones de los trabajadores que ven como disminuyen sus ingresos y aumenta el paro con personal que tenía un puesto de trabajo estable, manifestación que intenta frenar la actual reforma laboral que desampara a los trabajadores y otorgan más mecanismos a la patronal para actuar con plena impunidad en las contrataciones, indefensión que abarata el despido y retrae los privilegios laborales conseguidos en el periodo democrático con la disminución de los sueldos.
La actual situación disminuye seguro el paro pero con trabajos y sueldos muy precarios, volviendo a la explotación laboral encubierta alimentada por un gobierno que lo único que quiere es una estadística favorable, apariencia que de una visión exterior de eficiencia económica a costa del bienestar de la población que maquille los datos sin solucionar el problema.
La reforma facilita y abarata el despido | Economía | EL PAÍS.