El anuncio publicitario de la compañía de refrescos muestra una gran insensibilidad con los problemas sociales al utilizar la cultura de beber para el beneficio propio, aunque suponga echar más leña al fuego, impulsando aún más una lacra social que incentiva a consumir alcohol de forma implícita.
Cultura de alterne impulsado por algunos sectores de la hostelería que utilizan el consumo de alcohol como reclamo para los jóvenes, apoyados por las grandes industrias como Coca-Cola, convierten los bares en lugares de ocio con fines sociales inadecuados por norma general para la formación de un menor.
En la actualidad el consumo de alcohol entre los jóvenes menores de dieciocho años es alarmante como multitud de estudios así lo determinan, problema que viene arraigado en una cultura que ve normal un comportamiento anómalo, socialmente admitido.