La atemporalidad del instransmutable paraje fluye natural alrededor de los sutiles efluvios que flotan en el aire, transportando distintos olores que se unen en una única fragancia, despliegan las partículas que viajan a través de los parajes más recónditos fecundando de vida el hábitat.
Silvestre panorama de llenos espacios verdes que cubren la estática superficie con lozana vegetación alberga escondidos secretos pletóricos de sonidos que armonizan con el entorno en apacible quietud, guarecidos de la perturbación preserva la esencia de inquebrantable belleza, mudable por las condiciones climáticas de las estaciones del año.
Metamorfosis que adapta el aspecto cromático a la vigorosidad herbácea de la época influido por las inclemencias atmosféricas y determinado por la actividad de la fauna, transcurre parejo a la fluidez de la corriente del agua que irriga con plenitud la serenidad zen del lugar, estancándose con placidez en los remansos.