En muchos ámbitos el lenguaje se utiliza con doble intencionalidad, para averiguar o sonsacar al interlocutor información sin que este se percate, en algunas ocasiones por curiosidad y en otras para indagar en temas que nos permitan conocer a la persona.
La ambigüedad en la dialéctica es un arte que conocen bien mandatarios y políticos, empleado para expresarse sin comprometerse o dicho de otra forma, para hablar sin decir nada. Empleando un mensaje vacío que centra el argumento, en la retorica.
Con las relaciones personales se tiene que tener cuidado, con lo que se dice y lo que se hace, porque puede llevar a erróneas interpretaciones o malos entendidos. Un complicado mundo donde la gente utiliza la doble intencionalidad o mensajes ambiguos, que pueden llevar a dificultar una sencilla relación personal y que ahora se extiende de la forma verbal a la escrita, en Internet.