La actividad de cualquier país esta marcado por el gasto medio ambiental que ocasiona. Esta erosión al medio ambiente se puede reducir con simples gestos y concienciación, minimizando el impacto de la sociedad en la naturaleza, aprendiendo a utilizar los recursos sin efectos secundarios.
El papel es un soporte vital para expresar o comunicar, pero ocasiona un desgaste que acrecienta el impacto humano en el medio natural con un consumo desmesurado de los recursos que se intenta minimizar con el reciclaje, aunque no es suficiente. Por eso una medida eficaz es aprender a prescindir de esta base del conocimiento y utilizar otros medios, que aunque contaminan lo hacen en menor medida.
Las administraciones públicas: ayuntamientos, gobierno central, justicia… utilizan el papel de forma desproporcionada acaparando espacio y recursos. En la actualidad se puede ir reduciendo el consumo paulatinamente y adoptar la tecnología existente para hacer la transición.
Las opciones son múltiples pero se tienen que movilizar los recursos y aprender a utilizarlos adecuadamente, creando canales seguros donde la privacidad del individuo y de las administraciones sea lo primero, suprimiendo la utilización del papel por documentos digitales.