La forma de concebir el libro se ha cambiado y esta evolucionando, esto asusta a la industria librera que ha sorprendido, no sabiendo adecuarse a las nuevas tecnologías. Y perdiendo dinero con la piratería, la cual se esta aprovechando de las circunstancias.
La erradicación de la piratería no es posible, pero sí una adecuación de las herramientas y abaratamiento de los productos, facilitando al consumidor el acceso al libro digital. El escritor tiene que interactuar con el lector, creando comunidades entorno a su libro y donde pueda explicar o desvelar intimidades de su obra, ofreciendo una nueva forma de entender la literatura.
La lectura actual es lineal y aburrida, no proporciona otros elementos que dinamicen el contenido del libro, aclarando u ofreciendo elementos que revolucionen el sector literario. Los soportes digitales tienen que tener videos, música, animaciones que hagan participe al lector de forma activa; agilizando o ralentizando la lectura donde los hipervínculos tuvieran contenidos adicionales: como los comentarios del autor, videos de introducción histórica, juegos…
En definitiva, revolucionar el sector obsoleto y caduco del mundo literario, con el objeto de atraer a los jóvenes y frenar el desgaste creativo.