La entrada del milenio ha supuesto una nueva revolución social, donde las tecnologías de la información y comunicación son el motor impulsor del cambio, catapultando el resto de las ciencias en una ascensión meteórica que nadie sabe donde finalizará.
El arranque enérgico en ciencias y la proliferación de la cultura son factores a tener en cuenta, pero igual de importante es la despedida de ilustres personajes que han cerrado una etapa, dejando allanado el camino a las nuevas generaciones.
La continuidad de viejos pensamientos, la creación de nuevos proyectos y el cierre de viejas ideas, es la evolución del nuevo milenio. Lejos de las creencias que vaticinaban el final del mundo o la colonización del espacio, lo que se ha conseguido es la creación de un nuevo espacio (Internet), accesible desde nuestros hogares.