La filtración Wikileaks es una irresponsabilidad, en un mundo convulso por la situación económica y en continuo conflicto, provocando tensiones en un panorama desolador plagado de irregularidades políticas que aumentan las desigualdades humanas. Aumentando las enfermedades, guerras y hambruna en un planeta carente de valores cívicos.
Desvelar informes militares de los planes del departamento de estado de Estados Unidos, ya sean legítimos o no, es una falta de ética periodística y de insensatez. Por dejarse manipular por un entramado político y económico que persigue fines encubiertos, dando opción a otros medios de comunicación a desvelar secretos de estado de otros países, abriendo la veda en el tráfico de información.
La información es un arma en sí, que tratado de forma inapropiada y revelada en un momento inadecuado, puede hundir o propiciar la inestabilidad política. Complicando el mapa mundial, plagado de corrupción y mentiras.